RSC: por qué el alquiler financiero es un arma contra el despilfarro

Hoy en día, cada vez más empresas adoptan un sistema de RSC (responsabilidad social corporativa). Este es el caso, en particular, de las empresas que utilizan el alquiler financiero para adquirir material en lugar de un método más tradicional de compra, por ejemplo, un préstamo bancario. De hecho, el alquiler financiero podría ser un arma contra el despilfarro y contribuir a la protección del medioambiente, uno de los pilares de la RSC. ¿Por qué? ¿Cómo? Explicaciones.

La economía circular: uno de los pilares de la RSC

En 2011, la Comisión Europea definió la RSC como «la responsabilidad de las empresas por sus impactos en la sociedad». Así pues, la RSC abarca temas importantes como las compras responsables, la igualdad profesional o la economía circular, principio en el que se incluye el alquiler financiero.

La economía circular, a diferencia de la economía lineal heredada de la industrialización, consiste en producir bienes y servicios de manera sostenible, limitando el consumo y el despilfarro de recursos y la producción de residuos. Es un nuevo modelo económico que pretende alejarse de la sociedad de «todo desechable» y ofrecer respuesta a distintos desafíos:

  • preservar los recursos no renovables;
  • preservar el medioambiente, sobre todo limitando su huella de carbono;
  • permitir el desarrollo económico e industrial de los territorios de manera sostenible;
  • reducir los residuos y el despilfarro, especialmente a través del reciclaje.

¿Es el alquiler financiero un mecanismo de la RSC?

La economía circular se basa en diferentes pilares como la adquisición sostenible (teniendo en cuenta el impacto medioambiental de los recursos utilizados), el consumo responsable (teniendo en cuenta los impactos medioambientales y sociales en todas las etapas del ciclo de vida del producto, tanto si el comprador es público como si es privado) o la economía de la funcionalidad (también llamada «economía de uso»). Este último concepto tiene por objeto favorecer el uso sobre la posesión, vender un servicio en lugar de un bien. Y eso es exactamente de lo que trata el contrato de alquiler financiero propuesto por Olinn.

En lugar de comprar un bien o un equipamiento, lo alquila por un largo período de tiempo. De este modo, pagará por el uso del material durante el tiempo que lo tenga a su disposición y no por su posesión. Al término del contrato, Olinn recuperará, reacondicionará y reciclará los viejos equipos a través de canales especializados. Así, cuando renueve su material, siempre se beneficiará de máquinas de última generación y participará en un sistema responsable y sostenible.

Alquiler financiero: gestión de las diferentes vidas del producto

El alquiler financiero incluye el suministro de un bien, pero también el mantenimiento de los equipos y la recuperación del material. Por ejemplo, si opta por el sistema de alquiler financiero para su parque informático o de teléfonos móviles, este se reacondicionará y comenzará una nueva vida con profesionales o particulares. Si está al final de su vida útil, sus componentes pueden reciclarse. Con ello se reduce el despilfarro, ya que los ordenadores no se tiran cuando se quedan obsoletos en relación con sus necesidades.

Se aplica el mismo principio para una flota de vehículos: al final de su contrato, recuperamos sus vehículos y los reemplazamos por modelos más nuevos y de menor consumo, por ejemplo, vehículos eléctricos o híbridos. También podrá disponer de coches con un buen estado de mantenimiento que, por lo tanto, son menos contaminantes.

Este principio también puede aplicarse al material médico, con servicio de mantenimiento incluido y recuperación del material cuando sea necesario. Las empresas que optan por el alquiler financiero para equiparse forman parte, pues, de un sistema de RSC. Su objetivo es reducir el despilfarro y ampliar el ciclo de vida del producto garantizando al mismo tiempo el rendimiento de la empresa.

Olinn le ayuda a gestionar sus equipos profesionales.